La cultura VIP no es una creación reciente aunque la terminología puede que lo sea. Desde el principio, siempre ha habido una manera para que la gente presumiera de su presunta “superioridad”, ya sea en aviones o en hoteles.Los que tomaban vuelos de primera clase (o Concorde) a hoteles de 5 estrellas en los años 70 y 80, ¿cómo se llamaban? VIP seguro que no. Ese sobrenombre estaba reservado solo para políticos o celebridades que tenían que ser cuidadas especialmente.
Hoy en día para ser un supuesto “VIP” solo tienes que pagar 10 euros más para sentarte en la parte delantera del avión y subir primero o pagar 100 euros extra por un ticket que te permite estar de pie en el otro lado del cordón y tener el dudoso honor de pagar más por tus bebidas.
La mayoría de las grandes discotecas de Ibiza tienen una zona acordonada, un lugar para que los dueños inviten a los invitados a bebidas y entretenimiento extra, donde lo importante era a quien conocías y si eras un invitado, y no si tenías más o menos dinero. El cordón rojo normalmente significaba “solo invitados” en vez de “¿cuánto dinero tienes?”.
El auge de la cultura VIP como la conocemos en Ibiza es relativamente reciente. Hace solo 10 años la mayoría de las discotecas ofrecían una experiencia VIP pero, ¿porquè querrías ir a una discoteca y beber champan en una terraza sobre la pista de baile mirando a todos pasarlo bien? No lo hacías, querías estar en medio de la acción, bailando y bebiendo y disfrutando al máximo, no sentado en una incómoda silla en un lugar apartado de la discoteca. Así que la zona VIP estaba llena de un público mayor que quería la experiencia pero también tener el espacio para mirar y disfrutar. La belleza de Ibiza era ver a sexagenarios bailando en el VIP – Ibiza, un lugar realmente sin edad.
Pero ahora VIP ya no es VIP porque es ‘mainstream’ y ‘mainstream’ no es élite. Cuando hay más gente en el VIP que en la zona publica, entonces no es VIP por definición pero la ironía no es algo cultivemos en Ibiza. Ahora también hay varios formatos – VIP, VVIP, Prive, etc…Todo guiado por “¿cuánto dinero quieres gastarte?” en vez de “quien eres” porque eso es de lo qué va esto – dinero – no vamos a complicar los hechos aquí en este blog.
Como la mayoría de cosas, este concepto guiado por el dinero acabara engulléndose a sí mismo. Mientras tanto en muchos bares y garitos te dan la opción de 1.donde puedes estar de pie/sentado 2.lo que puedes beber 3.cuanto es tu gasto mínimo. El resultado es un entorno del cruce de la sociedad: La gente “normal” en la pista de baile, los “muy guapos” en la terraza, Los “ricos” encima, y los “obscenamente ricos” en una zona donde la “gente normal” no puede ni verles ni molestarles. Obviamente, en todos los grupos están repartidos los habituales camellos, charlatanes y oportunistas que solo Ibiza puede ofrecer.
Vivimos en una sociedad obsesionada con las redes sociales donde para usuarios “normales” todo está basado en la siguiente gran foto de perfil y están dispuestos a pagar un Premium por eso. Las 3 pequeñas letras justifican el gasto y esa nueva foto suya en Facebook, de pie al lado de la piscina o en la terraza de una discoteca sosteniendo una gran botella de champan o Grey Goose Vodka vale cada céntimo porque cuando echen la mirada atrás en un día helado en Enero, podrán sonreír y contar el cuento de ese día cuando fueron genuinos VIPs en Ibiza. Bien para ellos pero no confundamos VIP con VIP. Espera un momento, ahora yo me estoy confundiendo